Confío en ti, confío en mí, confío en nosotros...
Este verano tuvimos mucha suerte de poder disfrutar estas vacaciones! Las opciones, por suerte, eran limitadas y la crisis nos hizo replantear el tema. Free camping. Sí? No? Te parece? No le dimos muchas vueltas al tema y decidimos probar. Yo encantada, aunque en el fondo sabía que no sería como antes, cuando me cargaba de mi saco de dormir y un par de ropa y venga a pasar en una playa un mes llena de arena y de sal…Esta vez no estaría sola, mi querido compañero y nuestra nena estarían conmigo!
Al llegar en Grecia y sentir todos estos comentarios que somos padres irresponsables de ir con una nena tan pequeña a una isla y quedarse en la playa, hay que tener mucho cuidado con los serpientes, los bichos, etc. La verdad es que no conocía la playa, sabía que bajaba un río e imaginaba que podría haber serpientes, ratas, etc. pero de todas maneras hay que conectarse con la naturaleza y Ariadni quiero que viva esta experiencia.
El lugar realmente mágico, en plena harmonía, la montaña en el fondo, el mar azul, las piedras, los pinos, la tranquilidad. Esta tranquilidad sobre todo…La playa es de difícil acceso y la gente no la conoce (por suerte!), así que estábamos casi solos. Toda esta magia sólo para nosotros! Qué suerte de verdad!
Ariadni explorando el lugar, disfrutando el mar, desnudita todo el día y nosotros cambiando imágenes, descansando, desconectando, disfrutándola a ella. Pero después de unos días, Ariadni cambió de comportamiento, empezó a pedir teta todo el rato, a llorar por nada, a quejarse hasta que la noté caliente una noche y pensé que sería algún diente. Al día siguiente seguía igual de molesta y con la temperatura alta. Empecé a hacerle enseguida reflexología lo poco que me dejaba para ayudar a su cuerpo. Pero por la noche la cosa empeoró. Subió mucha fiebre, creo que era la primera vez que la notaba tan calentita y ahí me di cuenta que se estaba luchando contra algo. No me asustaba la fiebre, aunque estábamos en una playa, lejos del pueblo. Sé que la fiebre es síntoma de salud, pero confieso que me asusté cuando se puso a gritar como loca cuando hizo pichi. No lo puedo creer, una infección urinaria? Pero es posible?
Estaba delirando y cada tanto despertándose llorando. Empecé a tocarle las patitas, el sistema urinario para eliminar todo, el sistema inmunológico para luchar contra lo que era, y insistiendo, poniendo toda mi energía. José me decía un poco asustado que tendríamos que bajarle la fiebre, pero yo sabía que no deberíamos cortar el proceso de su curación. “No, no te vas a enfermar” le hablaba suave en los oídos. Le decía que mañana iba a estar mejor, que solamente duraría esta noche, que su cuerpo estaba luchando con fuerza, que no se preocupara. Al mismo tiempo haciéndole masaje en sus patitas que me había entregado. Y la fiebre seguía alta…
Claro que no dormí durante toda la noche, la estaba vigilando y preguntándome si estaba haciendo la cosa correcta. Cuando amaneció, decidí contactarme con un pediatra para llevarla. He sufrido mucho de infecciones urinarias y sé exactamente que el dolor es insoportable. Ariadni se despertó floja, normal después de una noche en guerra. Recogimos todas las cosas y salimos para Atenas. Eran dos horas de viaje y en el camino decidiríamos si nos iríamos directo al hospital o no.
Pero durante el viaje no se quejó nada, no lloró en ningún momento, le controlamos el pañal, había hecho pipi y estaba bien fresquita. Llegamos a casa, seguía fresquita y nunca más tuvo ni fiebre ni ninguna molestia… Gracias a la reflexología y los pensamientos positivos se curó enseguida. No sé que tuvo, no importa. Lo que importa es que una vez más me sentí afortunada de disponer esta herramienta y poder ayudar a mi hija a sanarse! Confío en ti, confío en mí, confío en nosotros, confío en la naturaleza! Gracias reflexología!!!!
1 comentarios:
María nunca me había metido en tu blog y me encanta!!!
Creoq ue voy a ser tu fan número 1
Besos MUCHOS MUCHOS
Fernanda
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